El santo Mansur Al-Hallāj (ra) fue un místico, poeta y maestro del sufismo de origen persa.
Es conocido por su célebre declaración:
“Anā al-Ḥaqq” — “Yo soy la Verdad.”
Esta frase no fue una afirmación de ego o divinidad propia, sino la expresión extrema de un estado místico en el que el yo desaparece completamente y sólo se percibe la Presencia de Dios.
Fue una visión espiritual donde el amante ya no ve su propia existencia, sino únicamente al Amado.
Su proclamación revelaba una experiencia de aniquilación en lo Divino (fanā') y subsistencia en Dios (baqā'), estados donde el místico no habla desde sí mismo, sino desde la realidad que lo ha sobrepasado.