■ ¿Cómo la electricidad dentro de un ser humano abre la puerta a los mundos ocultos?
¿Conoces este universo, el que miramos con nuestros ojos? Los sufíes dicen que los colores que existen en el universo no son 7, ni 60, ni siquiera mil. Dicen que casi 11.500 colores fluyen a través de la creación. SubhanAllah, la ciencia sólo ha descubierto 60, y nosotros los humanos hablamos orgullosamente de los 7 colores del arcoíris. Pero los sufíes sonríen suavemente y dicen:
“Ya Akhi, ni siquiera has visto el uno por ciento.”
Porque para ellos, la creación está construida sobre los colores.
Y cuando estos colores empiezan a fluir, cuando se mueven como un río, sucede algo mágico. Se convierten en corriente. Y esa corriente se convierte en vida.
Sí, la vida misma es una especie de Electricidad Divina colocada dentro de cada alma por Allah ﷻ.
Ahora, si alguien come veneno, arsénico, ¿por qué muere? El sufí lo explica con humor:
“Bro, no es sólo veneno, ¡es sobrevoltaje!”
La electricidad dentro del veneno es más fuerte que la delicada electricidad que fluye dentro del cuerpo humano. Como poner miles de watts en una bombilla de 60 watts: boom, la bombilla se quema.
Cuando un humano toca electricidad externa y recibe una descarga, el cuerpo siente una tormenta interna. ¿Por qué? Porque la corriente interior se desordena. Si el voltaje interior de una persona es débil, puede desmayarse o colapsar.
Si una persona sabe cómo sostener el flujo sin dejar que se escape hacia la tierra, no recibe descarga en absoluto. SubhanAllah, qué secreto tan grande escondido a plena vista. Esto prueba algo enorme, algo dulcemente místico: que en la creación existen fuerzas positivas y negativas, y que algunos seres pueden absorber la electricidad sin daño.
Los sufíes dicen que hay muchos seres en la creación, muchos sistemas creativos, que pueden almacenar electricidad dentro de sí mismos. No la electricidad de los focos, sino la electricidad de la vida, de la luz y del alma.
Y luego susurran un secreto:
“Quien entiende la electricidad dentro de sí mismo, entiende los mundos fuera de sí mismo.”
Cuando una persona se vuelve consciente de su corriente interior, su Nasmah, su cuerpo de energía, puede aprender a almacenar voltaje y también a controlar el flujo. Y cuando el voltaje aumenta, oh ho ho, mis queridos lectores, la historia se vuelve deliciosamente mística. Esa persona puede cruzar los límites del mundo físico. Sin cohetes, sin naves espaciales, sólo por intención y con permiso de Allah, viaja por los reinos invisibles.
Empieza a ver galaxias como si estuviera paseando por un jardín.
Ve otras tierras. Ve otros mundos. Ve otros seres. Ve otras civilizaciones.
Tal como nosotros vivimos en esta Tierra, construimos casas, tenemos hijos, sembramos cultivos, celebramos bodas y regresamos a Allah al final, lo mismo ocurre en incontables otros mundos. ¡Incontables!
Los sufíes dicen:
“Hermano, ¿crees que sólo tu mundo está ocupado? Ve y observa la multitud más allá de los cielos.”
Cuando la Conciencia Qalandar dentro de una persona despierta, los ojos se abren de otra manera. Él se da cuenta de que nuestro mundo no es uno, ni dos, sino parte de un vasto océano de mundos, todos llenos de vida, movimiento, creación y mandato divino.
● FJ 15.9.24