La química de la mente es diferente de la química del amor.
La mente es cuidadosa, desconfiada; avanza poco a poco.
Aconseja: “Ten cuidado, protégte.”
Mientras que el amor dice: “¡Déjate llevar!”
La mente es fuerte, nunca cae,
mientras que el amor se hiere, se derrumba en ruinas.
Pero… ¿no es acaso entre las ruinas donde más a menudo encontramos tesoros?
Un corazón roto esconde tantos tesoros.
— Shams Tabrizi