Una vez le hicieron una pregunta a Hazrat Hasan al-Basri (ra):
> “Oh shaykh, te veo hacer du‘a todos los días,
pero parece que Allah no responde tus súplicas…”
Hasan al-Basri (ra) sonrió y respondió:
> “¿Cómo puedes decir que Allah no responde a mis oraciones?
Cada momento en que toco Su puerta,
cada latido del corazón que Lo recuerda…
esa ya es Su respuesta,
porque es Él quien me inspiró a invocarlo en primer lugar.
Puede que no me dé lo que yo creo necesitar…
pero incluso Su negación proviene de Su misericordia.”