■ ¿Qué significa realmente Tark-e-Dunya (Abandonar el mundo)?
Existe una gran y hermosa confusión acerca del Tark-e-Dunya, es decir, “dejar el mundo”.
Porque apenas se pronuncia esa frase, muchas personas imaginan a un hombre triste sentado en una montaña, vestido con harapos, comiendo pan seco, sin sonreír y mirando con desconfianza a cualquiera que se atreva a ofrecerle una taza de té.
¡Pero no, no, no! Eso no es Tark-e-Dunya en absoluto.
Verás, Allah creó al ser humano de una manera muy especial. No nos hizo para permanecer inmóviles. Estamos en constante movimiento, crecimiento y transformación.
El alma no se queda quieta: viaja más allá de los colores, de las formas, más allá de todo.
Y cuando vamos más allá incluso del concepto de color, alcanzamos el nivel de realización donde solo Allah permanece. Ese es el secreto de la Ma‘rifat —el reconocimiento interior de Allah—.
Entonces, Tark-e-Dunya no significa abandonar la comida, la ropa o la familia. ¡En absoluto!
El Islam no nos enseña a huir del mundo, sino a vivir dentro de él sin pertenecerle.
Y esa es una diferencia enorme.
Piénsalo así: cuando tienes sed, bebes agua. Pero no pasas todo el día obsesionado con la sed, ¿verdad?
Bebes, dices Alhamdulillah y sigues adelante.
Así es como una persona conectada con Allah vive su vida: cumple con sus deberes, come, duerme, trabaja, se casa… pero su corazón —ah, su corazón— permanece con el Amado. Allah, Allah…
El verdadero problema comienza cuando la mente se atasca: cuando diez, veinte, cincuenta pensamientos nos tiran en direcciones diferentes.
Ahí perdemos la paz interior incolora y nos hundimos en el caos colorido del mundo.
Pero si alguien realiza sus tareas cotidianas como rutina, sin atar su mente a ellas, entonces vive en el mundo y, al mismo tiempo, camina hacia el mundo más allá —el mundo del desapego divino, donde solo queda la Esencia.
Y ahora viene la narración famosa y deliciosa del gran Walī Allāh, Hazrat Junayd Baghdādī (رحمة الله عليه).
Uno de sus discípulos le preguntó una vez:
> “Maestro, ¿qué es Tark-e-Dunya?”
Hazrat Junayd respondió:
> “Vivir en el mundo y no ver el mundo.”
El pobre discípulo se rascó la cabeza, confundido.
“Pero, Hazrat, ¿cómo puede ser eso posible? ¡Abro los ojos y ahí está! Gente, tiendas, burros, precios que suben todos los días…”
Junayd (رحمه الله) sonrió y dijo:
> “Ah, querido, cuando tenía tu edad, le hice la misma pregunta a mi propio Murshid.”
Y continuó:
> “Mi Murshid me dijo: ‘Ven, Junayd, vayamos al bazar más concurrido de Bagdad.’
Fuimos, y apenas cruzamos la puerta principal… ¡me encontré en medio de un desierto!
Un vasto desierto de arena dorada y viento.
No había tiendas, ni vendedores, ni aromas de comida: solo vacío.
Quedé atónito. Dije: ‘Murshid, ¿dónde está el bazar?’
Él puso su mano sobre mi cabeza y me dijo:
‘Junayd, esto es Tark-e-Dunya: caminar por el mercado sin verlo.’”
Entonces Hazrat Junayd añadió con una sonrisa:
> “Vestir lana, comer pan de cebada o huir al desierto no es Tark-e-Dunya.
El verdadero Tark-e-Dunya es cuando comes un plato delicioso y te sabe a pan simple.
Cuando vistes seda, pero la sientes como una tela áspera.
Cuando pasas por palacios y mercados y, sin embargo, ves solo el vacío del mundo.”
Y con su característico humor concluyó:
> “Pero, querido Junayd, esto no se aprende en los libros ni en las conferencias —por muy elocuentes que sean—.
Solo puede saborearse. Hay que experimentarlo.
Ahora ven, volvamos a casa.”
Y en cuanto comenzaron a caminar de regreso, el desierto desapareció y se hallaron de nuevo frente al bullicioso portal del bazar de Bagdad.
¿No es hermoso?
El mercado no cambió —pero el estado de conciencia de Junayd sí.
Sus ojos se abrieron a una realidad que los demás no podían ver.
Por eso, mis queridos lectores, Tark-e-Dunya no significa huir del mundo.
Significa que tu corazón deja de quedar atrapado en él.
Sigues tomando tu té, pero no te ahogas en la taza.
Sigues viviendo en tu casa, pero tu alma viaja hacia Allah.
Sigues riendo, pero tu risa tiene luz, no apego.
Y si puedes vivir así,
entonces, ¡felicitaciones! Estás viviendo como un sufí…
mientras pagas tus cuentas a tiempo.
اَللّٰهُمَّ صَلِّ عَلَىٰ مُحَمَّدٍ وَّعَلَىٰ اٰلِ مُحَمَّدٍ
— FJ, 3.11.25 ✨