Oh compañero mío


“Oh compañero mío, el camino hacia Dios
no es una subida como imaginas,
sino un descenso…
un descenso de tu orgullo,
de tu obstinación,
de tus miedos,
hasta que alcanzas tu fondo más puro,
donde Dios está más cerca que nunca.”

— Yalal ad-Din Rumi