“La Casa en el Paraíso”
Un día ordinario, en las polvorientas calles de Bagdad, la gente se reunió sorprendida.
Un hombre con aspecto de mendigo vendía pequeñas casas de arcilla, anunciando:
“¡Casas del Paraíso! ¡Vengan a comprar su hogar en el Yannah!”
Algunos reían, otros se burlaban, muchos simplemente pasaban de largo…
Hasta que la reina Zubayda, esposa del califa Harún al-Rashid, cruzó la calle.
Intrigada, preguntó:
— ¿Qué estás vendiendo?
Bahlul el Sabio sonrió con dulzura:
— Casas en el Paraíso. Quien compre una en este mundo, la poseerá en el próximo.
Sin dudarlo, la reina liberó a un esclavo y dijo:
— Este es mi pago.
Bahlul escribió su nombre en una de las pequeñas casas de arcilla.
La gente murmuró entre risas.
Ella se fue en silencio.
🌙 Esa noche…
Mientras dormía, la reina Zubayda vio un palacio majestuoso en el Paraíso.
Muros brillantes como perlas, puertas radiantes de luz,
un perfume que abrazaba el alma…
Y sobre la entrada, en letras doradas, decía:
“Zubayda bint Ja'far”
Lágrimas de serenidad rodaron por su rostro al despertar.
Esa misma noche, el califa también vio el palacio…
pero el nombre en la puerta era el de su esposa.
Alarmado, corrió a buscar a Bahlul al amanecer.
👑 La petición del Califa
— ¡Bahlul! ¡Véndeme también una casa en el Paraíso!
Bahlul respondió con calma:
— Oh, Comendador de los Creyentes… ayer era más barata.
Tu esposa la compró con fe, sin haberla visto.
Tú la deseas después de haberla visto.
Ahora el precio es mucho más alto.
— ¿Cuál es el precio?, preguntó el califa con ansiedad.
Bahlul dijo:
— Alimenta a los pobres, libera a los esclavos, cuida a los huérfanos, da caridad de tu riqueza…
Entonces, quizás, las puertas del Paraíso se abrirán también para ti.
El califa obedeció sin demora.
Esa noche, él también vio un palacio glorioso en el Paraíso…
Esta vez, su nombre brillaba en la puerta.
🌿 La sabiduría oculta
Bahlul dejó una enseñanza inmortal:
✅ Las buenas obras no se hacen después de ver la recompensa.
✅ La fe verdadera invierte antes de ver.
✅ El Paraíso no se compra con monedas, sino con sinceridad.
El Yannah no tiene precio, pero su moneda es la intención pura.
💭 Momento de reflexión
¿Hacemos el bien solo cuando tenemos pruebas…?
¿O confiamos en la promesa de nuestro Señor?
Que Allah nos conceda la fe de aquellos
que compran su hogar en el Paraíso antes de verlo.
✍ Reflexión de Farhan Rashid