El dolor te prepara para la alegría.
Vacía violentamente todo de tu casa,
para que la nueva alegría pueda encontrar espacio donde entrar.
Sacude las hojas amarillas de la rama de tu corazón,
para que crezcan en su lugar hojas verdes y frescas.
Arranca las raíces podridas,
para que las raíces ocultas debajo tengan espacio para expandirse.
Cualquier dolor que esté sacudiendo tu corazón,
cosas mucho mejores vendrán a ocupar su lugar.
— Rūmī