¿Somos realmente quienes controlan, o solo máquinas que caminan con el Soplo Divino?


¿Somos realmente quienes controlan, o solo máquinas que caminan con el Soplo Divino?

Oh viajero del alma…
¿Alguna vez te detuviste a sentir
quién realmente mueve tus hilos?

Tú abres los ojos sin pedir permiso,
respiras sin recordar cómo se hace,
tu corazón late aún cuando duermes…
¿Quién lo ordena?

El ego afirma:
“Yo mando, yo decido.”

Pero prueba controlar tu propio aliento
más allá de unos pocos minutos…
Y verás que hasta la respiración
es un regalo que no te pertenece.

Si fuésemos dueños de este cuerpo,
¿olvidaríamos respirar?
¿envejeceríamos?
¿moriríamos?

Allah ﷻ puso todo en marcha:
el corazón que golpea como un dhikr silencioso,
los riñones que purifican sin que lo notes,
el hígado que limpia como un humilde sirviente nocturno.

Todos trabajando en Sujood,
sin nunca quejarse.

Nosotros — pobres siervos —
actuamos a veces
como si fuésemos los reyes de la existencia.

Pero la verdad es:
somos huéspedes en un cuerpo prestado,
viviendo en un tiempo prestado,
con una conciencia prestada.

Cuando el Amado llama,
el sistema se apaga.
Ni médicos, ni máquinas, ni sabios del mundo
pueden ordenar al corazón que vuelva
si Allah ya escribió su descanso.

📜 Nadie pidió nacer.
📜 Nadie elige morir.

Si la vida fuese “manual”
el ego exigiría vivir eternamente…
y aún así olvidaría respirar.

El cuerpo es como un manto de lana sufi:
simple, frágil, temporal.
Lo eterno es El Soplo que lo anima.

La muerte no es un fin:
es el momento en que la máquina se detiene
para que el espíritu despierte.

Somos como derviches girando:
creemos que somos el movimiento,
pero es Él quien nos hace girar.

Y cuando el alma descubra por fin
Que cada latido fue un “¡Allah!”
Que cada respiración fue un “¡Hu!”
Que nunca hubo otro poder más que Él…

Entonces caerá de rodillas dentro del pecho
susurrando:

“Oh Allah…
yo jamás tuve el control.
Siempre fuiste Tú.”


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**Automatismo del cuerpo

Infinita Dependencia
= Total Sumisión al Amado**


اَللّٰهُمَّ صَلِّ عَلَىٰ مُحَمَّدٍ وَّعَلَىٰ اٰلِ مُحَمَّدٍ