Día 3 — Serie: La Transformación según Rumi, basado en el Masnavi I, vv. 145–155
Poema
“Disuélvete como la sal en el mar,
no temas perder tu forma,
pues la esencia sigue siendo la misma.
Cuando el yo desaparece,
el Amor se vuelve todo.
Quien busca mantenerse entero
se pierde en la orilla;
quien se entrega al océano
conoce la inmensidad del Ser.”
Rumi
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Reflexión
La sal teme al agua, porque cree que morirá al tocarla.
Pero no sabe que solo entonces se vuelve parte del océano.
Rumi nos enseña que el “yo” que defendemos tanto —esa identidad construida por el miedo, la comparación o la necesidad de control— es el velo que nos separa del Amor.
El ego dice: “quiero amar sin desaparecer.”
El alma responde: “solo cuando desaparezcas sabrás qué es el Amor.”
La disolución no es destrucción, sino expansión.
No se trata de perderte, sino de encontrarte en todo.
Cuando sueltas la idea de quién crees ser, el universo deja de ser un espejo roto y se convierte en un solo rostro: el del Amado.
El Amor no busca poseer, busca disolver los límites.
Feliz día