Haz felices a los demás.
Proclama tu alegría.
Ama apasionadamente tu milagrosa vida.
No escuches las promesas.
No esperes a un mundo mejor.
Agradece cada momento de la vida.
Enciende y mantén los botones positivos en ti mismo, esos marcados optimismo, serenidad, confianza, pensamiento positivo, amor,
Reza y agradece a Dios todos los días.
Meditar
Sonríe
Ríe
Silbato
Canta
Baile
Mira con fascinación todo
Llena tus pulmones y corazón con libertad
Sé tú mismo plena e inmensamente
Actúa como un rey hasta la muerte
Siente a Dios en tu cuerpo, mente, corazón y alma
Y estar convencido de
vida eterna y resurrección.
Sobre todo me enseñaron la felicidad.